2/27/2009

PABLO SE ENCUENTRA CON LA HISTORIA CARA A CARA

De repente Pablo cayó en la cuenta de la hora. No podía pasar todo el día en la Plaza de Santa Ana, ya sabía que tiene alguna misión. Si no... porqué su padre le envió aquí? Para hacerle una broma? Si es como así no es una de las super-divertidas... No conocía la causa, pero le parecía que no tiene tanto tiempo por malgastarlo. Dirigió sus pasos a su restaurante favorita para tomar algo barrato y delicioso, pero cuando cruzó la ultima calle y vió el edificio le parecía diferente.
Diferente?! Aquí no había nada similar al restaurande! En frente de la puerta habia un letrero con 'Peluquería de José'. Venga, hombre... qué raro! pensaba Pablo. Se acercazó un poquito y miró a la ventana. De verdad, eso tenía que ser peluquería. Dentro había unas mujeres que se reían y miraban coqueteando a un hombre alto con gran bigote y gafas. Era muy guapo. Pasaba por la habitación y gesticulaba vivo cos tijeras en la mano.
Comedor ya no existía. Pero... ya o todavía? Era muy buena pregunta. Pablo lentamente empezó a distinguir cambios en ciudad. Casi todo era diferente - no como lo recordaba. Pero porqué? Y cómo? Cómo eso es posible? Todo tiempo no sabía la respuesta para sus preguntas. Llamó al muchacho que vendía los periódicos. Tomó un ejemplar y le pagó. El chico no era alto. Le parecía a Pablo un nińo, no podía tener mas de doce anos. Continuamente miraba una vez a él y otra a la moneda. En ojos tenía desaprobación. Se puso negro y gritando preguntó a Pablo :
-Qué es esto?! Quiero la moneda real! No puedes pagar en… en esto! Eres un extranjero o idiota?!
Pablo se puso nervioso. Al principio no podía entender la situación. En bolsillo de su jaquete tenía unos solos euros. En un momento la luz se encendió en su cabeza. Que mala suerte! Si estoy en pasado aquí no hay euro! Pensaba que podía hacer, cuando una voz detras de su espalda dijó:
-Yo pagaré por ese hombre.
El muchacho todo el tiempo le parecía descontento pero tomó moneda y se fue de ahllí. Pablo miró al hombre que le salvó y casi grito de sorpresa. Era su padre que ahora vestía un abrigo castano y gran gafas del sol. Andrés con sonrisa en su cara miraba a su hijo.
-Pues... Cómo te parece la ciudad? Bonita, e? - preguntó, pero la respuesta no ha llegado.
Pablo se reflectó y puso sus ojos en la fecha del periodico. Era como 90 anos atras.
-Pues.... yyy... hmm, si, claro..
Durante un momento largo no han hecho nada. Después Pablo tomó un aliento fuerte y dijó:
-Eso era un examen para mí. Me parece, que querías analizarme, que iba a hacer en situación como aquella. Pues, de verdad, estoy un poquito confundido. No se, cómo es posible que ahora estamos en el ano 1921, pero es bonito. Aunque yo no podía pagar por el periodico, ni comer en mi restaurante favorito, hmm... estoy impresionante. Sólo tengo esperanza, que mi estado aquí no va a cambiar nada do nuestra historia. Porque no puedo imaginarme la vida sin cigarillos, pod Dios!
Ambos se puson a reir. Su padre le ha dicho, que no se preocupa, porque todo sea bien. Deambularon hablando y admirando la ciudad mas de tres horas. Andres le contó algo sobre la estructura de empresa y toda la historia. Al final decidieron volver a sus tiempos, porque Pablo ya sentía, que ha conocido sentido de esa excursión. Su padre cogó de bolsillo de su abrigo una maquina pequena, que tenía un montón de botónes y una pantalla verde. Ha hecho una procedura complicada usando casi cada botón, y después cogó la mano de Pablo y la apretó fuerte. El miró a su padre y ya sabía que pasa.
Volvían a casa.